Si sabés aprovechar bien tu tiempo, con sólo 15 minutos podrás hacer maravillas. Mientras te duchás exfolia o limpia tu rostro con un limpiador específico para la cara mientras te enjabonás porque así te resultará más fácil y rápido el afeitado.
Al salir de la ducha no te seques la cara, aféitate directamente. Así tendrás un dos en uno, optimizarás tu tiempo porque se habrán abierto los poros y te resultará más rápido y fácil afeitarte y al mismo tiempo que te irás secando. Terminá con el bálsamo de NIVEA MEN que mejor se adapte a tu tipo de piel. Todo esto en un tiempo record: 7 minutos máximo. Y si tenés 30 segundos y te gusta cuidarte aplicate una crema facial de NIVEA MEN.