1) LIMPIEZA DIARIA
La limpieza de las pieles grasas es un paso muy necesario para combatir el exceso de sebo. Es importante usar geles no oleosos (que no contengan aceites), purificantes y que no sean excesivamente alcalinos, ya que podrían estimular el crecimiento microbiano. IMPORTANTE: Usá siempre agua tibia evitando el agua muy fría o caliente y nunca realices más de dos limpiezas por día. (una a la mañana, y una a la noche)
Compartir