La forma más habitual de extraerla es el prensado, aunque también se puede extraer con disolventes orgánicos o fluidos, métodos que actualmente casi no se utilizan. ¿Cómo actúa? La manteca de cacao crea una capa protectora que, por un lado, disminuye la pérdida de agua transepidérmica y, por otro, aporta lípidos que refuerzan la función barrera. Además, su aplicación resulta muy agradable ya que se funde fácilmente en contacto con la epidermis, logrando una mejor hidratación y mejorando la elasticidad de la piel.
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