¿Por qué hay que usar protector solar?

El uso de protector solar es muy importante, porque ayuda a cuidar la salud de la piel distintas formas: reduce el riesgo de contraer cáncer de piel, retrasa el envejecimiento cutáneo, protege de las quemaduras que puede provocar la exposición a los rayos UV y evita la aparición de manchas. En ese sentido, conviene enfatizar, además, que su uso es imprescindible durante todo el año: no solo en verano, ni únicamente los días soleados, o cuando salimos a la calle. Cuidarse de los efectos dañinos del sol es una tarea de todos los días.

En ese sentido, lo ideal es que su uso se convierta en un hábito (como último paso de la rutina de cuidado matutino, después de limpiar, tonificar e hidratar la piel), sobre todo ahora que, pandemia mediante, pasamos mucho tiempo en nuestras casas. Porque la luz azul de los dispositivos electrónicos también perjudica nuestra piel: las pantallas emiten radiaciones que producen fotoenvejecimiento y pueden provocar líneas de expresión prematuras, pérdida de elasticidad, manchas y deshidratación profunda.

Y, para cuidarnos del daño de la luz azul, el protector solar también es el aliado número uno. Un tip: para que el impacto de la luz LED de tu laptop o tableta te haga menos daño tratá de ubicar la pantalla con una pequeña inclinación hacia arriba, de ese modo los rayos no apuntarán directo a la cara. Por suerte, muchos de los protectores solares que resguardan contra los rayos UV y la luz azul de computadoras y celulares también contienen vitaminas y extractos naturales que nutren la piel en profundidad.

Otro punto fundamental es conocer bien el tipo de protector adecuado a las necesidades de cada piel y según el tiempo de permanencia en el sol. Puntualmente saber que el SPF de cada protector indica la capacidad de protección solar de los productos: cuanto mayor sea ese número, más alta es la protección.

• Se aplica treinta minutos antes de la exposición al sol.
• Se reaplica cada dos o tres horas, sobre todo después de un baño en el mar, un chapuzón en la pileta o de la práctica de algún deporte al aire libre.
• Hay que dedicarle una dosis extra de protector solar a las zonas de mayor exposición como pueden ser orejas, escote, manos, cuero cabelludo y empeines.
• Aunque existe maquillaje con SPF, este no es suficiente para proteger la piel de los rayos del sol. No hay que confiarse y siempre usar protector.
• Para las pieles resecas es mejor una fórmula que incluya SPF y crema hidratante.
• Los protectores solares también tienen fecha de vencimiento: no hay que olvidar revisar ese dato en el envase antes de aplicarlo.

Pero ¡atención! con el protector solar solamente no alcanza. Siempre –sobre todo en verano- conviene sumarle otras medidas de cuidado, como el uso de gorros y sombreros, de anteojos de sol que cubran al máximo los ojos, evitar la exposición entre las 11 y las 15 horas y tomar mucho líquido para mantener la piel bien hidratada.