Persona colocandose espuma de afeitar sobre el rostro

¿Cómo usar la crema de afeitar en el rostro?

Afeitarse es parte de la rutina de muchos hombres. Ya sea que lo hagas a diario o de manera esporádica, existen ciertos cuidados básicos para proteger tu piel.


Conocé los 6 pasos básicos para el buen uso de la crema de afeitar y lográ una afeitada suave y cuidadosa con tu piel.

Espuma de afeitar sobre barbilla

HIDRATAR

Para reducir irritación, cortes o rasguños en el rostro es importante limpiar e hidratar la piel siempre antes de colocar la crema o gel de afeitar. La hidratación colabora con la espuma en ablandar el vello, permitiendo que la afeitadora se deslice suavemente y con mayor facilidad. Lo mejor es afeitarse inmediatamente después de la ducha o en la ducha misma, aprovechando al máximo los beneficios de la hidratación.

Espuma de afeitar

Aplicá tu espuma para afeitar formando volumen y distribuyendola de manera uniforme por toda la zona a afeitar. El uso de la crema es esencial para proteger la piel de irritación y ardores y es un paso necesario para permitir un deslizamiento suave y uniforme por todas las zonas de la piel.

Revisá tu afeitadora

Es importante contar con navajas limpias y afiladas. Siempre chequeá las bandas lubricantes de tu máquina de afeitar antes de comenzar; si se ven descoloridas o gastadas, o sentís falta de filo al contacto con la piel, puede ser momento de cambiar el repuesto.

Enjuagá las hojas luego de cada pasada.

Recordá enjuagar las hojas con frecuencia y no pasar la máquina demasiadas veces por la misma zona, ya que esto puede causar irritación y enrojecimiento en la piel. Importante: Golpear la afeitadora contra el lavatorio puede dañarla: limpia las navajas solamente con agua hasta que no queden restos de espuma.

Afeitadora sobre espuma de afeitar
Persona colocandose crema para afeitar

Prestá atención a la dirección del afeitado

En cada afeitada debemos pasar la máquina tanto en la dirección del pelo como a contrapelo. El vello facial crece en muchas direcciones por lo que es importante prestarle atención a la dirección necesaria en cada parte del proceso.

No olvides el After Shave

Una vez que terminamos de afeitarnos es importante lavarnos la cara con abundante agua fría y asegurarnos que no queden restos de jabón en el rostro. Solo unos golpecitos suaves con toalla son suficientes y evitarán cualquier irritación. Una vez seca, aplicá el aftershave que mejor se adecúe a tus necesidades por toda la zona afeitada. Este último paso repone la humedad de la piel dejándola suave y fresca durante todo el día.

Persona cuidandose la piel after shave