El aceite de jojoba está compuesto por un 97% de ceramidas. Esto hace que a temperatura ambiente sea fluido. Este tipo de aceite es rico en vitaminas A, B, B1, C y E, que le otorgan acción antiinflamatoria y es excelente para el tratamiento de pieles envejecidas. Se caracteriza por su color oro brillante y es un producto que no se oxida fácilmente. Tiene textura espesa, aunque es de fácil manejo y, sobre todo, combina muy bien con otros ingredientes. Facilita el proceso de regeneración celular de la piel, el pelo y las uñas.

Aunque se le llama aceite, la verdad es que no es un aceite vegetal común y corriente, sino que pertenece a la familia de los líquidos waxes, cuya estructura es similar a la cera.

El aceite de Jojoba ofrece una amplia gama de propiedades, con beneficios significativos para diversas industrias como la alimentaria, la perfumería y los lubricantes. Sin embargo, su mayor prominencia y destacado uso se encuentra en la industria cosmética, especialmente en el cuidado de la piel y el cabello.

Hidratante: contiene ácidos grasos insaturados que ayudan a renovar las capas externas de las células y favorecen la retención de agua en la dermis. Es el tratamiento indicado para las pieles secas o muy secas, manteniéndolas hidratadas, suaves y tersas, sin dejar sensación grasa.
Antienvejecimiento: muy alto contenido de vitamina E y minerales. Esto hace de este aceite un potente antioxidante, que protege la piel de los radicales libres y sus efectos.
Reduce las estrías: muy indicado para prevenir las estrías del embarazo. El aceite de jojoba activa el metabolismo de la elastina, por lo que ningún otro aceite consigue dar más elasticidad y flexibilidad a la piel que éste.
Antiinflamatorio y antimicrobiano: calma de forma efectiva las irritaciones leves del rostro. Ideal para elaborar productos after shave y para el cuidado de la piel de bebés.

Hipoalergénico: no produce reacciones alérgicas, no tapa los poros y no irrita, por lo que se puede aplicar en todo el cuerpo y en pieles sensibles o irritadas.
Revitalizante: además de revitalizar la piel seca, mejora considerablemente el aspecto de la piel grasa y mixta porque regula la secreción sebácea. Hidrata y nutre la piel al mismo tiempo que libera el exceso de grasa.
Nutritiva y desinflamante: es rica en vitaminas A, B, B1, C y E, que le otorgan acción antiinflamatoria y es excelente para el tratamiento de pieles envejecidas.
Antioxidante: actúa como un poderoso antioxidante protegiendo la piel de los radicales libres, mejorando la elasticidad y firmeza.

Hidratante: el Aceite de Jojoba aporta hidratación y nutrición al cabello, devolviéndole vitalidad y brillo, especialmente en casos de cabello seco y quebradizo.
Anticaída: es eficaz para tratar la caída del cabello causada por el exceso de sebo en los folículos pilosos, lo que lo convierte en un ingrediente común en champús, lociones y mascarillas anti caída.
Nutritiva: su composición incluye ácido linolénico y proteínas queratínicas, que nutren el cabello y promueven un aspecto sano y fuerte.