La vitamina C tiene varias formas. La más beneficiosa para pieles normales o grasas es el ácido L-ascórbico, mientras que para las pieles secas y sensibles resultan menos irritantes el fosfato de ascórbico y el magnesio.
Es importante incluirla también en nuestra dieta, consumiendo alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, kiwis, fresas, pimientos y brócoli.