¿Cuál es su origen?
Las arcillas son tierras con un tamaño finísimo (inferior a los 0,0039 mm de diámetro) procedentes de la erosión de rocas sedimentarias. Están constituidas principalmente por silicato de alúmina hidratado y enriquecido por minerales como: magnesio, calcio, potasio, zinc, silicio y selenio.
La arcilla se extrae en minas a cielo abierto, de donde se saca a la luz y se limpia, y luego de un proceso de selección se extiende al sol para un secado natural. Por último, se eliminan impurezas residuales y se tritura para obtener una granulación homogénea, obteniendo una arcilla de disolución rápida y apta para uso externo o interno.
PRINCIPALES PROPIEDADES DE LA ARCILLA EN LA PIEL:
La arcilla es un ingrediente lleno de minerales lo que lo hace ideal para usar en la cosmética. A continuación te detallamos algunos de los sorprendentes efectos que tiene sobre la piel
- Exfoliante:Por su grano fino favorecen la eliminación de células muertas para lucir una piel mucho más hermosa y radiante.
- Desintoxicante: limpiar impurezas, eliminar puntos negros y prevenir la formación de granos en nuestra piel, sin maltratar la tez o secarla en exceso.
- Antiséptico: En general todas las arcillas por su composición rica en aluminio son potentes desinfectantes y antimicrobianos.
- Revitalizante. El aporte de minerales le proporciona equilibrio a la piel y la revitaliza