El uso de las formas naturales de la vitamina E permite obtener efectos beneficiosos muy significativos. Consumirla de forma natural a través de la dieta, o complementar con una mezcla de tocoferol y tocotrienoles, puede ser útil para ayudar en ciertas enfermedades.
Algunos de los alimentos ricos en vitamina E son: aceites vegetales (soja y maíz), mantequilla, margarina, nueces y vegetales de hoja verde.
La deficiencia de vitamina E puede producir: anemia, alteraciones neuromusculares, cataratas, malabsorción o desórdenes intestinales, fibrosis pulmonar o alteraciones hepáticas severas.