Falta de sueño
No dormir el mínimo de horas recomendadas al día, tener un sueño interrumpido, o dormir bajo los efectos del alcohol, drogas o algunos medicamentos, son algunos de los factores que pueden provocar la acumulación de líquido y la aparición de bolsas en los ojos.
No beber suficiente agua
La piel que rodea los ojos es muy sensible, por lo que una falta de hidratación puede derivar en una inflamación de la zona. Por ello es recomendable beber agua durante todo el día, especialmente en las épocas más calurosas como verano. Una correcta hidratación es fundamental para que la piel luzca con luminosidad y se mantenga suave.